Se nos mostró la ciudad que fue y vivimos en primera persona el trágico final que la furia del Vesubio le deparó. Paseamos por sus calles, pudimos ver sus pinturas, subimos en una cuadriga y formamos parte de una lucha entre gladiadores.
Una selecta colección de piezas arqueológicas nos trasladó a ese momento del otoño del año 79 cuando el tiempo se detuvo al pie del Vesubio.
Aunque las recreaciones sean siempre aproximadas, te haces una idea de la época y lo que supuso este desastre natural.
Terminamos con una comida muy agradable en los alrededores de Matadero, al lado de Madrid Río, lugar donde se disfruta de esta exposición.
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