Aquí tenéis a nuestra flamante ganadora del Certamen Literario. Nuestra amiga y socia Concha. Os dejo su escrito, para que disfrutéis, lo mismo que hemos hecho nosotras. Grande Concha.
MI ABUELA SARA
Ella ha significado mucho para mí. Me crio y me educó prácticamente
sola.
Nunca eche de menos a mi madre.
Mi abuela Sara era una mujer valiente y tenaz.
Recuerdo que, aún siendo muy niño, hacia que me sintiera tan querido!;
Y nunca he olvidado sus provocaciones para obligarme a pensar.
Me decía: -Pablo, piensa, hazte preguntas y si lo necesitas, te ayudo
con las respuestas. - Tienes que empezar a hacerte, a ser tú mismo.
La verdad es que nunca la entendí del todo hasta más tarde, cuando
empecé a tener edad para comprenderla.
Jugábamos mucho. Me mandaba cerrar los ojos y me preguntaba qué
animal me gustaría ser, o si fuera una planta, cual preferiría.
Nunca tuvimos televisión, pero no me aburría. Leíamos mucho y lo que
ella quería era que fuera con los amigos y amigas a jugar,
preferiblemente en la calle, y si volvía con la ropa limpia, sin polvo, se
extrañaba.
De mayor me fui alejando de ella, pero siempre ha estado en los
momentos más difíciles o cuando he necesitado un abrazo.
Hoy he vuelto a la casa del pueblo donde fui feliz y disfruté de su
compañía.
Aquí estoy rodeado de sus cosas sin atreverme a tocar nada.
Acabo de romper a llorar a borbotones. Con mis lágrimas quisiera
resarcir los momentos en que, quizás, no la traté con todo el amor que
ella merecía.
Mi abuela me llamó para que la acompañara en sus últimos días de su
vida. La encontré chiquita, débil, pero con sus ojos vivos y alegres.
No he olvidado la última conversación que mantuvimos:
-Pablo, ¿sabes? Cuando nací pensaban que moriría en poco tiempo y
ya ves que se equivocaron. Estoy agradecida a la vida; he disfrutado
con ahínco y los momentos duros y difíciles me ayudaron a crecer.
-Tenerte ha sido lo mejor de mi vida y verte como el gran hombre que
eres me hace irme en paz.
-No hablemos de la muerte. Me voy, y el hecho de haber nacido
significa que ya la he superado. ¿Entiendes Pablo?
Acabé sentándome en su butaca favorita. Cogí la costura que dejó sin
terminar y cosí el último punto para cerrar la herida.
FIN