De buena mañana y con un día espléndido, nos subimos a un tren de cercanias y nos plantamos en Cercedilla.
Nuestra amiga Concha, buena conocedora de la zona, hizo de guia y así pudimos disfrutar de la belleza del paisaje, en una mini marcha que realizamos, (tampoco hay que cansarse mucho) pero si lo suficiente, para luego acometer con ganas un cocido que estaba riquísimo.
Una buena convinación, Naturaleza, Gastronomía, Amistad y mucha Risa. ¿Donde hay que apuntarse?