Ante la propuesta de visitar la también llamada llamada Mezquita de la M-30, nos reunimos un grupo de 13 mujeres que, ataviadas con pañuelo, calcetines y móvil en mano, pudimos realizar un recorrido por las instalaciones de la mano de una guía.
Gracias a ella pudimos conocer un poco más la raíz de la religión musulmana, el por qué de su vestimenta, costumbres y, como no, su gastronomía en el restaurante del centro.
Así que esta visita ha servido para saber más de la cultura musulmana que nos dejó sus raíces durante los ocho siglos que estuvieron establecidos en la península.